Mientras nos aferramos a la música que está de moda, olvidamos que, el Universo contiene la música de todos los tiempos...
La música, nos eleva, nos transforma, nos pone de los nervios o nos lleva al amor...
La vida misma es un concierto que, a veces desconcierta...
Las notas son: las voces humanas, los sonidos cotidianos, la naturaleza ...Nosotros mismos, somos música...
Nuestro día a día tiene como transfondo; notas de melancolía, tristeza, gozo, alegría...
Cada uno tiene sus preferencias en las notas de su vida y sucede que a veces, dejamos a la mitad la melodía de nuestra existencia..
Dejamos a medias partituras que, nadie podrá concluir...
Hay que llegar al final de las cosas, sin importarnos los espectadores que haya, porque es difícil hallar quien comprenda nuestras propias composiciones...
No esperemos aplausos ni fama, porque la vida es; vivirla en soledad y por mucho que estemos rodeados de gente somos, la solitaria isla en el extenso mar del mundo...
La música de tus sentimientos, ha de llegar hecha caricia a ese mundo hostil que te rodea, solo habrás de procurar que, el amor sea la nota principal de tu concierto personal...