En la colina, la niebla llega hasta el infinito y tú eres testigo de ese otro infinito, que llevas contigo. Sin embargo la colina está inmóvil y sigue en su sitio, solo tú te sientes perdido.
En la vida sucede lo mismo, la niebla de las dudas borra el camino, pero si miras bien podrás ver, que todo sigue en su lugar, quizás seas solo tú el que tema perderse, cuando tienes bajo los pies un camino para andar.
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