Tu voz y mi voz

El silencio es, un instrumento tan silencioso que puede dañarnos seriamente...
No hemos nacido para almacenar silencios, sentimientos y emociones...
Nuestro ser reclama; el sonido de las voces humanas, los sonidos cotidianos del hogar, el rumor del viento...
El silencio en si, parece haber pasado de moda...
Vamos de sorpresa en sorpresa al descubrir que, bajo los pliegues de la mente está la magia de una música que aún recordamos...
Nuestro mundo interior está en silencio, pero no es silencioso; hay susurros de palabras, medias palabras de niños, sonidos de pasos, ecos lejanos...
Nos gusta guardar y almacenar, porque tenemos miedo que nos arrebaten los sonidos interiores y así, poco a poco nos convertimos en agua turbia...
Hemos optado por guardar todos nuestros sueños y ahí estamos...
Cada cual en su compartimiento, con el amor silenciado y el peso de los recuerdos...
El silencio es un señor tan educado que, poco a poco nos ha ido robando terreno y se ha hecho el dueño...
Si escuchas el rumor de la arboleda, verás que te da lo mejor que tiene: su rumor, que es nada menos que su voz...
Tu voz y mi voz, no pueden defraudarnos...