Ahora que me voy una semana de vacaciones, me apetece hablar de la variación.
Lo primero que se me ocurre es la cama, un lugar personalísimo, que no podemos llevarnos...
Nos conviene cambiar de decorado, cambiar de cama y hasta de comida...
Nos conviene, eso de no hacer nada...Un dejarse llevar por las horas, sentirnos como en una isla desierta...
Nos conviene vaciar el corazón, de vez en cuando...
Saborar más de nosotros mismos que de los entremeses variados. ¡ Volveré !
Lo primero que se me ocurre es la cama, un lugar personalísimo, que no podemos llevarnos...
Los sonidos también tienen su importancia y puestos a decir, diré que, la comida o nos trae por el camino de la amargura o nos pasamos a la idolatría de los menús...
En la variación está la sal de la vida...Nos conviene cambiar de decorado, cambiar de cama y hasta de comida...
Nos conviene, eso de no hacer nada...Un dejarse llevar por las horas, sentirnos como en una isla desierta...
Nos conviene vaciar el corazón, de vez en cuando...
Saborar más de nosotros mismos que de los entremeses variados. ¡ Volveré !
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