Felicidad desbordada

Nuestra sensibilidad se ve a veces, gratamente sorprendida... Nos sale al exterior sin que la podamos contener...
Nos hacemos los fuertes, pero no lo somos...
Y  digo todo esto porque, ayer llegaron de vacaciones mis nietos; "los incansables"...
Una semana sin vernos ha sido la causa de que, nuestro reencuentro fuera de lo más emotivo...
Fundidos en un abrazo interminable, me he visto arrastrada a la magia de: la absoluta complicidad...
Parecía que hiciera años que no nos viéramos y fue en ese abrazo cuando no pude dejar de sentir como mi sensibilidad se desbordaba...
Toda mi fortaleza, por los suelos...
Las lágrimas de felicidad son otra forma de sentirse feliz...
Deseo compartir con todos vosotros esa alegría mía desbordada, para que; toméis conciencia de la enorme sensibilidad que habita en nuestro ser...
Blandos no, sensibles sí...