Los indicadores de las carreteras nos dicen los kilómetros y los nombres de las ciudades y los pueblos lo, que nos hace saber dónde estamos, aunque lo más importante es; saber a dónde vamos...
En los prospectos de los medicamentos se indican las dosis, los intervalos así como las contraindicaciones, ahora solo falta saber nuestra decisión personal...
En la vida, vamos siempre por caminos y carreteras desconocidas, donde apenas hallamos indicadores de certezas posibles, o sea: la mayoría de las veces vamos perdidos y desorientados. Raras veces sabemos cual es nuestro verdadero lugar así como desconocemos la dosis exacta de seriedad o ironía necesarias para cada momento...
La seriedad es necesaria pero no siempre es útil, sobre todo en la conexión con nosotros mismos. Hay que saber la dosis exacta de optimismo para anular las múltiples oscuridades del exterior...
El color negro es elegante, pero verlo todo negro y encima vestir de negro, nos quita, no solo la elegancia (que emana de nuestro interior) sino la salud...
La vida es ante todo, una decisión personal donde siempre actuaremos en soledad porque los demás son simples espectadores de nuestros aciertos o fallos...
