Llegar no importa demasiado, lo más importante es; rozar los silencios y llenarlos. No son importantes las palabras, el valor está en el pensamiento y su silencio, ese que cruza mares y escala montañas, cruza fronteras y se acomoda a tu lado. No importa tanto llegar, sino seguir caminando porque en algún lugar alguien nos está esperando. Lo importante de este viaje es, detenerse ante los paisajes humanos y amarlos.
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