Los misterios siempre causan sensación y nos gusta esa emoción de las pulsaciones del corazón. Queremos ver al misterio cara a cara, contemplarlo y estudiarlo como una cosa muy rara. Lo primero que buscamos es nuestra seguridad en la oscuridad, que es dónde el misterio está. Pero no es lo mismo, entrar en la profundidad de una cueva, que llegar al fondo del ser humano...
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