Hay momentos donde el horario no es prioritario y hay que alargar las horas para dar consistencia al hilo que nos une, dejando de lado la compleja madeja del trabajo. Los momentos de silencio también cuentan y son los, que nos hacen mas pacientes y más sabios. Cuanto más nos enredamos en la madeja de la vida, menos consistencia tiene el hilo, que nos une a la familia. Se necesitan momentos ausentes de pensamientos,para vivirlos sin prisa. El tiempo pocas veces tiene tiempo, pero el momento siempre es nuestro.
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