Fue necesario que cuando éramos niños todo fuera un misterio y que aunque hoy hemos crecido los misterios sigan ahí. Quizás nos preguntemos : ¿ De qué nos sirven los estudios y la sabiduría que hoy tenemos? . Los estudios son el preludio de otros misterios, dónde está incluido lo que sentimos. Es necesario saber como el tiempo nos influye y es en el tiempo donde construimos o destruimos nuestro propio edificio, en cuya construcción usamos: lo mejor y lo peor de nosotros mismos.
Así es fácil comprender que caigamos al menor viento. El edificio personal siempre está inacabado, siempre hemos de empezar de cero. Somos los arquitectos, los peones y pintores, pero nos falta ilusión y tesón para acabar la mansión de nuestro interior .
Esa es la razón de que terminemos viviendo en el desierto del desaliento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario