A veces eres, otras te niegas a ser y te es difícil saber lo que eres y quieres, porque: dependes de un camino que no es el tuyo. Así puedes mirar y no ver, puedes andar sin avanzar o puedes amar sin saber, que el amor conlleva a menudo dolor. O sea: a veces eres sin saber quien eres y lo que quieres y te defiendes detrás de tu frontera para solo soñar con una quimera difícil de alcanzar.
La vida es más sencilla, es una semilla que hemos de sembrar y el amor lo que más necesita es lo que tienes de humano. Después llegará ese camino de silenciosa armonía, donde tus ojos te digan: que el amor es tan sencillo como para amarlo con los ojos cerrados.
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