Resulta curioso comprobar como nos buscamos estar en tensión y recrearnos en ella, conectando el pensamiento con el cuerpo...
La tensión se acomoda a nosotros y se sirve de nosotros, hasta convertirnos en un arco tenso...
Intentamos dar en el blanco, cuando en realidad lo vemos todo negro y la tensión siempre sugiere los peores sentimientos...
La tensión del día a día, a veces no es el cansancio ni la monotonía, sino muchos deseos, que cada vez están mas lejos...
A nuestro pensamiento no le va bien estar tenso, ni tampoco a nuestro cuerpo...
La tensión se acomoda a nosotros y se sirve de nosotros, hasta convertirnos en un arco tenso...
Intentamos dar en el blanco, cuando en realidad lo vemos todo negro y la tensión siempre sugiere los peores sentimientos...
La tensión del día a día, a veces no es el cansancio ni la monotonía, sino muchos deseos, que cada vez están mas lejos...
A nuestro pensamiento no le va bien estar tenso, ni tampoco a nuestro cuerpo...
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