Hola...

Ese hola que decimos, o ese adiós pueden cambiar nuestro destino...
Una palabra da mucho de si...

Tu presencia

Tu presencia no altera el paisaje, porque sólo eres un punto en el infinito. No, no anulas la belleza, eres más bien lo que falta en ese cuadro de la naturaleza...
Tus huellas son sólo un dibujo y el horizonte se fascina de tu presencia...
Un pincel invisible traza un camino, contemplado bien porque es tu destino y ese lejano punto que eres, no va contigo. Eres mucho más, eres la presencia por excelencia...
A tus pies, el camino te invita a vivir muchas emociones y secuencias...
Todo cuanto te rodea tiembla de gozo y hasta el infinito empequeñece...
Mirándote en ese cuadro, veo al pincel que te coge de la mano para hacerte más humano...

Las ola que no te cantaron

Por las olas que no te cantaron, por las ilusiones que naufragaron, hoy vas a bajar hasta el fondo de tu mar...
En esa profundidad podrás ver muchos barcos sumergidos, que jamás navegarán...
Tu pequeña embarcación, aún conserva la vela de la ilusión y el timón de los sueños, te espera...

Gestos

Los gestos estudiados no son una asignatura. pero con ellos nos sentimos como si hubiésemos logrado una licenciatura..
Esos gestos, no son los nuestros, que eran  agua clara y es, que a veces nos sentimos mejor, siendo agua turbia...
Cuando nos quedamos a solas, esos gestos personales emergen como las olas...
Quizás entonces veamos lo que los demás no han visto: sentimientos humanos, que nos parecen divinos...

Sueños y deseos

Los sueños son un viaje a los deseos y el corazón es el que manda en nuestros sueños...

La espiral de la felicidad

Como siempre nos movemos en círculos concéntricos, nos volvemos expertos en no hacer nada más...
Lo primero sería organizar la mente y contemplar el resultado final, sin escuchar a esa voz, que nos dice: lo difícil que es organizar...
A veces, sólo hará falta una sonrisa para salir de la excesiva seriedad y roto el hielo entramos de lleno en una espiral, que nos puede conducir al mismo cielo...
Pruebalo y verás...

Ver lo que no se ve

Cuando mis hijas eran pequeñas, me dijeron que habían visto un caballo blanco galopando por el patio del colegio, hoy que ya son mayores me lo siguen recordando...
He llegado a la conclusión, que hasta a los adultos nos resulta muchas veces difícil aceptar la realidad y es entonces cuando vemos lo que no vemos. Otras veces puede ser la visión de un paisaje real, cuya belleza nos parece un sueño muy alejado de la realidad...
La mente hace conexiones imprevisibles y la imaginación pone el resto...
Lo cierto es, que tanto niños como adultos vemos lo que no vemos y muchas realidades nos parecen sueños...

Imaginar

No podremos llegar al fondo del abismo, pero sí imaginar su profundidad...
No podremos ser río, pero podemos llegar a las olas del mar...
Porque: de poder, podemos cantar o encender una hoguera en el corazón...
Nuestro poder depende de los sueños, que nos atrevamos a soñar...

¿ Porqué envejecemos?

El envejecimiento llega cuando se pierden las ilusiones y los sueños, cuando perdemos la conexión con la emoción...
Envejecemos porque; no sabemos transformar las olas del mar en caricia y nuestra primera arruga se convierte en pesadilla...
No podemos perder en ningún puerto ese equipaje, que son las ilusiones y los sueños...

Nuestro tren

Nuestro tren (la vida) siempre pasa de largo de la estación de la emoción...
No sé porque será, que nunca nos paramos en las estaciones de las emociones...

Ver vivir

Cansados de vivir, no vemos los resplandores de las ilusiones, ni las hogueras de las emociones y buscamos un sucedáneo para seguir viviendo...
Ver vivir es lo más fácil para estar descansados...
Ver vivir es una película, dónde nosotros no actuamos...

Un lugar muy nuestro

Cuando la casa duerme, todo queda suspendido en el olvido. Sobre una mesa un libro abierto, que no hemos leído y una taza de té que no hemos bebido...
Este es, un desorden ordenado, que de tanto vivirlo le encontramos encanto...
Cuando la casa duerme el sueño del abandono, nos resulta grato pasear al insomnio...
Lo mejor de esos momentos es el silencio y la ternura, que emana de ese lugar tan nuestro...
Aunque no sea el momento de pasearnos, nos adentramos en ese bosque de sorprendentes hallazgos...
En esa oscuridad, no nos hace falta ver sino comprender, que somos los soberanos de un reino: nuestro hogar...

Alcanzar alturas

En el fondo del abismo, el paisaje que nos rodea oculta cavidades profundas...
Si eramos expertos en alcanzar las alturas, ahora vemos claramente lo que tenemos de pequeñas criaturas...
Muchas circunstancias de la vida nos llevan a situaciones comprometidas, dónde se aprende mucho de la vida...

La calidez de un abrazo

La calidez del ocaso es tan simple y sencilla, que le gusta caminar a nuestro paso y aunque lo nuestro sea el fracaso, ella siempre nos da su abrazo...

El sueño del abandono

Buscó con la mirada la arboleda de su infancia...
Él, volvía con un diploma bajo el brazo, después de años de ausencia...
Conocía a cada árbol por su nombre y los llamó, pero sólo el silencio respondió. La arboleda ya no estaba al fondo de la ladera y en su lugar la cinta estática de una autopista serpenteaba...
Su diploma dejó de tener sentido porque había perdido a sus mejores amigos: los árboles...
No lejos de allí en un viejo almacén, los árboles mutilados duermen el sueño del abandono, esperando al niño aquel.
Ahora es el hombre, que al encontrarlos y ver aquellos maderos resecos, se arrodilla y los llama por su nombre...
Dice la historia, que los árboles reverdecieron y florecieron...
Y el hombre lloró...

Dejate llevar

Sumérgete en el silencio y déjate llevar por un deseo...
Lo que te vas a encontrar será; la penumbra del misterio y ahí podrás comprobar, que el silencio sabe hablar...

Entre la espesura

La densa profundidad de la selva nos inquieta, pero es entre la espesura donde la ternura es ley de vida y es, que en la naturaleza todo vive en armonía...
Entre el verde es donde viven y conviven muchos seres vivos, con un alto grado de felicidad...
Eso debería hacernos pensar...

El Sí y el No

Dos palabras esenciales, como para no añadir ninguna más. 
Las añadiduras son una perdida de tiempo...
Seamos escuetos pero concretos...

El baile de los sueños

Cuando los sonidos callan, la mente se despierta y el baile de los sueños empieza...
A través de los años nos damos cuenta de los lugares insólitos, que nuestra mente recorre. Por eso el desconcierto siempre nos persigue y no llegamos a completar los pensamientos e incluso los sueños se vuelven inciertos...
Momentos de armonía y de silencio, donde convertimos en melodía el cansancio del día.
Música inédita de notas cambiantes, que son como gotas de lluvia tibias...
Y es en este instante cuando nuestros sueños salen a la pista de baile...

No quiero crecer

Quiero contar nubes, estrellas y barcos y cuando nadie me vea, pisar los charcos...
Ser feliz cuesta muy poco, lo que cuesta es ser adulto...
No hace falta soñar con imposibles, sino vivir intensamente los pequeños deseos, realidades sencillas, que son grandes maravillas...
Contar nubes y estrellas, contar barcos y pisar charcos nos hará ver la importancia de no crecer...
Nuestra libertad nos libera y hay que aprovecharla...