Cuando la casa duerme, todo queda suspendido en el olvido. Sobre una mesa un libro abierto, que no hemos leído y una taza de té que no hemos bebido...
Este es, un desorden ordenado, que de tanto vivirlo le encontramos encanto...
Cuando la casa duerme el sueño del abandono, nos resulta grato pasear al insomnio...
Lo mejor de esos momentos es el silencio y la ternura, que emana de ese lugar tan nuestro...
Aunque no sea el momento de pasearnos, nos adentramos en ese bosque de sorprendentes hallazgos...
En esa oscuridad, no nos hace falta ver sino comprender, que somos los soberanos de un reino: nuestro hogar...
Este es, un desorden ordenado, que de tanto vivirlo le encontramos encanto...
Cuando la casa duerme el sueño del abandono, nos resulta grato pasear al insomnio...
Lo mejor de esos momentos es el silencio y la ternura, que emana de ese lugar tan nuestro...
Aunque no sea el momento de pasearnos, nos adentramos en ese bosque de sorprendentes hallazgos...
En esa oscuridad, no nos hace falta ver sino comprender, que somos los soberanos de un reino: nuestro hogar...
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