¿Somos un río?

La transparencia es lo más difícil de conseguir pero es lo que más puede tranquilizarnos...
No hay caminos ni senderos y el avanzar inseguro puede engañarnos...
A nuestro paso, nos cruzamos con seres opacos, con circunstancias adversas y nuestra frágil transparencia va rompiéndose en mil pedazos...
La vida nos enseña que, no podemos llegar donde queremos, lo nuestro es sin duda, ir paso a paso...
Quiero alabar la infinita paciencia de los que, de una manera u otra, sufren, sobre todo a los que sufren en su interior, librando grandes batallas consigo mismos en la incomprensión y el desamor, los que, siendo transparentes reciben el menosprecio de los seres opacos...
Para avanzar, es necesario conservar la transparencia inicial, caminar a paso lento, sin la prisa de llegar y mirar ese cristal de los años y del tiempo...
Aún nos queda por andar, incógnitas en suspenso. Nos hemos de transformar en ese río que avanza hacia el mar para que el mundo se pueda mirar en nosotros...

El arte de perder el tiempo

El arte está de moda y hasta la buena cocina se la denomina: arte culinario...
Nos sentimos tan seducidos por el arte en general que, hasta pagamos para entrar en los museos...
Pero hay un arte ignorado: "el arte de perder el tiempo.
Nuestro tiempo es un bien escaso, tanto que, apenas nos damos cuenta de su gran valor...
"Perder el tiempo con arte" es algo dificilísimo, más no imposible...Es aprovechar las horas de soledad, ese tiempo que llamamos muerto. Quedarnos en posición estática, contemplando ese ocaso de tonos cambiantes...
Seguramente tendremos la tentación de encender la luz, porque donde estamos, la penumbra se agranda...Sentiremos el cosquilleo del nerviosismo...
Os sugiero que tengáis paciencia, porque precisamente a eso se le llama "el arte de perder el tiempo" y hay que saberlo perder con elegancia...En realidad más que perder saldremos ganando y nuestro bolsillo lo notará...
Si cada día, en el atardecer, permanecéis en la penumbra aunque solo sean diez minutos, contar lo que al cabo del mes ahorráis en la factura de la luz...Este es: "el arte de perder el tiempo" con una gran ganancia.

Saber quien eres

Difícil te será saber quien eres si no has aprendido el arte de conocerte...
Los demás saben mucho de ti, te alaban o te critican o bien callan y en su interior, opinan...
Lo importante, eres tú, individualmente del resto del mundo...Son importantes tu felicidad y sufrimiento, tus decisiones y toda esa red de canalizaciones de tu ser...
Cuando hayas aprendido a conocerte, te darás cuenta de lo poco que has andado, lo poco que has amado y lo mucho que aún tienes que hacer por ti mismo, sin necesidad de muletas...

Nuestra profundidad

No podemos penetrar en las profundidades del ser...
Profundidad de oscuridad, silencios y soledad, cercanía y lejanía, amor y dolor...
En lo profundo del ser hay, senderos que se anduvieron, sueños que se rompieron, realidades incomprensibles...
Sólo cuando el ser humano rompe a llorar, nos da idea de su gran fragilidad...

Una extraña aventura

Hemos descifrado jeroglíficos, resuelto sopas de letras y nos hemos adentrado en el laberinto de las vacaciones...Nuestras aventuras de verano quedan muy atrás, lo que se nos viene encima es, nunca mejor dicho: una extraña aventura, un otoño y un invierno que nos parecerán interminables...
Os sugiero que lo toméis con calma, que abráis los ojos a esos horizontes de incertidumbre, que alejéis los temores...
Pase lo que pase, permaneced inamovibles y aunque se hundiera el mundo, seguid impávidos, colgados de vuestra estrella...
Que la rutina no os canse, que el amor no se evapore, porque la extraña aventura de la vida vale la pena vivirla en toda su intensidad, que los cansancios no os cansen, que los sufrimientos no os hieran...
Hay que decidirse por lo positivo y ponerse las alas de la ilusión, porque: esta extraña aventura de nuestra vida es única...

El incomprendido

Aquel diminuto ser de pocas horas de vida había llenado de alegría a los jóvenes padres...
Pero, pronto se cansaron de aquella pequeñez...Así cuando lloraba sin dejarlos dormir le decían que: "era un hombre y los hombres no lloran".
Se había encariñado con su cuna, porque era silenciosa y parecía un mar en calma y a medida que creció, sus barrotes le servían para saltar, para después, dejarse caer en la blandura de su fondo...
Y mientras sus padres repetían aquello de: "ya eres un hombre" él seguía, sintiéndose pequeño...
Y un día  se llevaron su cuna, aquella que le meció con su ternura y en su lugar pusieron una cama...
Aquella noche la cama le pareció una inmensa playa, un mar sin fondo y añoró su niñez perdida, su infancia incomprendida...
La incomprensión es dolorosa, no sólo con los niños,sino con los demás y sobre todo con nosotros mismos...

Dejarse acariciar el alma

Aunque parezca mentira, nuestra alma puede ser acariciada, es más, necesita ser mimada y acariciada...
Ella es, la parte más sensible de nuestro ser y aunque invisible , es nuestra más fiel compañera...
La vida puede herirnos, podemos caer enfermos, pero ella (el alma) nos levanta del abismo, nos envuelve de su consuelo, e incluso puede ser que nos hable...
Todo lo que nos llega del exterior, roza de una forma u otra la envolvente capa de nuestra alma...
Ella soporta el peso de nuestras angustias y sufrimientos en un silencio total...Al cuerpo humano se le hace insoportables las angustias y sufrimientos...
Cuando nos alaban, nos miman o nos sentimos amados el alma recibe el doble...
Dejemos que nuestra alma sea acariciada por los estímulos de nuestra vida, con pensamientos positivos...
Cada día; una tarea, cada instante; un paso nuevo, para que nuestra alma reciba su porción de amor...