El invitado

Los invitados agradecen, que los tratemos como de la familia y un invitado no es distinto de nosotros y la cordialidad no hará que  se sienta más cómodo, ni tampoco nosotros. El invitado lo que necesita es sentirse en una casa muy vivida, aunque el buen ambiente familiar no lo podremos crear en un día y es precisamente en el hogar donde se ve como es la familia. No hay que intentar deslumbrar, sino dialogar de cosas sencillas y debemos recordarnos, que el ser humano lo que más necesita es: la calidez del trato.

Factor clave

El tiempo es un factor clave para muchas circunstancias de la vida. Nosotros somos la clave para llegar a otras vidas... 

La huída

Entre las ruinas estaba el silencio, sin embargo la ciudad permanecía tal como fue en el corazón de los que huyeron , sin saber que en muchas partes del mundo hay ruinas humanas y ciudades desierto, dónde los hombres más que vivir huyen y no por huir pueden evitar ; el desaliento... 

Otros mundos

Que estemos reunidos con la familia y los amigos, no quiere decir, que estemos unidos en todo cuanto sentimos a menudo con nosotros mismos, no rozamos el fondo de lo que somos y no por hablar diremos nuestra realidad, que es la frontera que nos separa de los demás. Nuestro yo es un abismo y ni siquiera lo conocemos nosotros mismos. Sin embargo necesitamos: ser comprendidos en el amor silenciado, los pensamientos guardados y las palabras no dichas. En cambio, escuchar a los demás nos hará comprender, que somos un mundo alejado de esos otros mundos y la contradicción es: nos necesitamos a nosotros mismos, necesitamos a los otros y ellos nos necesitan...

Alegría

La alegría no es un rareza, suele estar en nuestra vida y a menudo está escondida. La mirada ya nos da muchas visiones positivas, aunque nuestro enfoque personal siempre mira los defectos, el lado imperfecto de muchos momentos. Si contemplamos de cerca nuestra vida veremos, que a nuestra película personal le faltan secuencias de alegría. 

El resultado

Calculamos y deducimos el resultado, cuando los resultados de muchas secuencias de la vida, son la consecuencia de nuestra vida.

Hierbas aromáticas

En los pequeños gestos y detalles hay grandes maravillas. Solo con un vaso de agua tibia y hierbas aromáticas, la monotonía del día a día puede convertirse en alegría compartida. Brindar con ellas da alegría. La verdadera alegría siempre es sencilla.

La respuesta

Si pensamos en las necesidades humanas, no comprenderemos nada. Si usamos el calor del corazón, el amor nos dará la respuesta: Todos, seamos quien seamos somos un abismo de amor.

¿Ganar o perder?

 El ser humano se puede matar trabajando, quizás sea mejor morir amando. Trabajando ganarás, pero a veces perderás. Amando siempre estarás ganando.

Una gran ciudad llena de sueños, la tierra

El mundo es una gran ciudad llena de sueños y realidades, de callejones sin salida y largas avenidas, donde la prisa se cruza con la lentitud y la risa con el dolor. En esta gran ciudad está nuestra vida, donde a menudo nos sentimos como en una isla desconocida y andamos sin saber adonde vamos. Siempre buscamos migajas de felicidad, porque muchas calles de nuestra vida no tienen salida y por si fuera poco nos encontramos con tantos huérfanos de amor, que no llegamos a comprender como hay tanto dolor. Caminamos y trabajamos casi por obligación y al cruzarnos con otros humanos, los ignoramos.

Así no es raro, que muchos se sientan decepcionados del amor y de los sueños. Cuando la ciudad duerme en los callejones sin salida hay luces encendidas. Son las luces de las vidas olvidadas y desconocidas, que dan luz a otras vidas.

Acariciar

Cada vez que acaricias a un árbol, él te devuelve la caricia y sus raíces te envían el mensaje  oculto del sentido de su vida. Cada vez, que a su sombra te duermes, sus hojas te mecen y te dan conexión con los hombres y la naturaleza de todos los continentes. El árbol tiene tanta ternura como estática hermosura...

Si pasas junto a él mira su altura, que encaja a la perfección con tu pequeñez y a pesar de su altura, él es un amigo fiel. 

Un problema

Los que no tienen ningún problema, nos tendrían que hacer pensar porque solo por ser humanos ya somos un problema. 

Vivir

 Es en nuestro universo personal donde creamos la atmósfera ideal, para vivir la vida...

El futuro

Tenemos sentimientos, que no sabemos usar. Tenemos amor y no lo sabemos amar. Tenemos la ilusión de llegar a la luna, cuando tenemos al sol en nuestro interior. Queremos ganancias para vivir mejor y nos olvidamos, que la mejor fortuna es el amor. De querer, lo queremos todo, un método de incierto futuro, porque no sabemos cual será el futuro...

El fuego de la vida

Los antiguos pobladores de la tierra descubrieron en el fuego el cómplice perfecto y con el tiempo se convirtió en un arma. El hombre ya tenía la fuerza de luchar y la certeza de ganar y el fuego convertido en arma hizo, que el mundo empezará a cambiar. Los antiguos pobladores de la tierra, descubrieron otro fuego: el del amor y si hoy estamos aquí es por este fuego que nos da la vida.

 

Adaptaciones

A veces nos viene más bien: callar que hablar. Reír que llorar. Adaptarnos a lo que somos en vez de huir de nosotros. 

La fortaleza de nuestro castillo

Si hay un lugar donde poder refugiarnos es en la fortaleza de nuestro castillo interior. En la vida caemos constantemente y la muralla de la sensibilidad se desmorona. Lo que sentimos no tiene nada que ver con nuestra visión humana ,y es que las sensaciones y vivencias las elaboramos y comprendemos desde nuestro interior. Podemos ver un camino en medio de un desierto, podemos ser positivos cuando todo es negativo porque: la fortaleza es nuestro refugio personal. Ser fuertes y sensibles a la vez, evita mucho dolor...

La palabra que nunca se olvida

                                                  

                                                           Busca una luz y confíate a ella. 

           Una luz puede ser: una mano en tu mano, una sonrisa o esa palabra que nunca se olvida. 

                 Una luz es también: el diálogo con una voz amiga o esa otra voz de tu interior.                                                                  

                                        Buscando iras encontrarás la claridad que necesitas.

Un tema de conversación: el sí y el no

El sí y el no, no son difíciles de usar pero salir de casa ya supone el riesgo de las palabras y el mayor riesgo es: tener que hablar. Lo mejor quizás sea improvisar y decir: que nuestro avión está a punto de despegar y correr calle abajo, eso nos evita hablar. 

De locura en locura

No sabemos cuando fue, que perdimos la alegría. Quizás fue cuando nos cruzamos con otras vidas y la excesiva seriedad hizo que perdiéramos la risa. Después nos llegó la prisa y de locura en locuras nos llegó la noche oscura.