Solo quería hacer una pequeña reforma en su vieja casa, lo que no sabía era que aquella obra iba a cambiar su vida...
No hacia una semana que los paletas habían comenzado y ya sentía en sus comidas el sabor de aquel polvillo grisáceo...Y mientrás andaba como una sombra sobre aquellos escombros iba viendo como su cuerpo enflaquecía...
El aparejador miraba perplejo los muros que iban cayendo y a cada muro que caía surgían nuevas expectativas...
La existencia del ser humano está continuamente en obras...Renovamos constantemente los pensamientos, los gustos, las ideas, cada noche renovamos nuestras fuerzas con el descanso, pero a diferencia del hombre de nuestra historia, la reforma personal habrá de durar toda la vida.
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