Eres la ola de tu propia playa

En la ola, blanca espuma y tus ojos no se cansan de mirar ese baile incansable del mar...
Ese rumor de agua, de alguna manera, te conduce al rumor incesante de tus pensamientos...
Mientras las olas se deshacen en la playa, dejando su beso de espuma, tu sueñas quimeras imposibles...
Quizás sean abrazos que se quedaron a mitad de camino, palabras de amor silenciadas o caricias deseadas...
En el silencio de este amanecer las olas son, de un cambiante azul y sin darte cuenta eres tu tan cambiante como ellas...
Eres como el mar, eres la solitaria ola de tu propia playa, eres para ti mismo un interrogante...
Tus sueños, suéñalos, no los dejes escapar, ellos son la solución de tus desdichas, el bálsamo para todas tus heridas...
En el lugar dónde estás, siempre habrán olas, unas mansas y susurrantes, otras grandes y fieras...
Debes permanecer impávido, en esa playa tan tuya...
Tu misión es solo; escuchar el rumor de tu mar y contemplar la cadencia de sus olas, sin dejar de soñar y de amar, porque:
"Los sueños, se hacen realidad".

¡Cómo pasa el tiempo!

 La distancia causa verdaderos estragos en las relaciones humanas, hasta tal punto que nos olvidamos de los rostros de los hombres y si a la distancia añadimos, el tiempo tendremos como resultado; una ignorancia total de la vida de: amigos, conocidos, familiares...
No es extraño que la existencia haga cambiar, no sólo las costumbres sino también las fisonomías...
Incluso también el carácter es cambiante a través del tiempo e incluso a veces irreconocible...
El tiempo y la distancia borra muchos apegos humanos y nos convierte en unos desconocidos...
Encontrarse cara a cara con un amigo después de un largo periodo de tiempo, nos puede hacer vacilar y todo porque ni el ni nosotros estamos al día de nuestras vidas...
La misma vida es un continuo desgaste en dónde se adoptan nuevas formas de vivir...
El rostro es sin duda el vivo retrato de los acontecimientos vividos...
Algunos, con los años mejoran, como el buen vino, otros permanecen inalterables y el resto (que son bastantes) se han dejado caer, paradógicamente hablando...
A veces sucede que, uno no se da cuenta de sus propios cambios, incluidos los del carácter, general mente son los demás los que se dan cuenta de ellos...
Los cambios del hombre son inexorables, siempre suceden...

¡ Maravilloso!

Con una tarde llena de sol, decidimos hacer una excursión a un pueblo de montaña...
La ruta a seguir era fácil y las indicaciones no daban lugar a  perdida y...nos perdimos, pasamos de largo el pueblo, lo volvimos a encontrar y nos metimos en un intrincado cruce de carreteras y autopistas,,,
Hacia calor, mucha calor...
Me fui quitando la ropa hasta que hubo el peligro de quedarme tal como vine al mundo...
La buena suerte hizo que llegáramos al pueblo y ahora venía lo más difícil de la cuestión o sea; aparcar el coche...y eso era: lo más difícil todavía...
Una vez tuvimos al coche aposentado comenzó la odisea de escalar las calles y callejuelas de un empinado de vértigo...
Mi garganta estaba tan seca que, hasta sufrí alucinaciones, viendo bares y fuentes donde no los había...
Reír, nos reímos y hasta llegué a llorar de la risa...
El lugar en cuestión, era tan maravilloso que, entre las luces y las sombras del atardecer, las gotas de sudor me parecían perlas de buena calidad...
Llegamos hasta lo más alto, dónde unas murallas muy antiguas rodeaban el lugar...
Allí, unas escaleras de unos cien peldaños, insinuaban que, había que trepar y con el cansancio a cuestas nos arrastramos para subir...
A medio camino me dejé caer sobre una piedra, ¡Bendita piedra, la verdad! Suerte que allí cerca había un bar ¡Bendito bar! donde saciar la sed...
El regreso fue de película, o sea nos perdimos otra vez...
Aún ahora, me siento desfallecer solo pensando en lo maravilloso de la excursión...
Espero, no lo toméis a mal..
 

La gaviota

Cada día llegaba a la ventana para comer de mi mano...
La gaviota era, grande y hermosa y mientras picoteaba, sus ojos saltones se llenaban de temor, sin embargo los mios estaban llenos de confianza...
Eran dos sentimientos opuestos; la gaviota comía por necesidad, mientras que yo me confiaba a ella...
A medida pasó el tiempo, ella -la gaviota- siguió con el mismo recelo y no hubo forma de ganarme su confianza, hasta que, me di cuenta de que su interés era solo la comida...
El ser humano es un creador de intereses...
Muchos nos buscan por lo que somos, por lo que podemos dar o nos pueden sacar o por lo que podemos hacer...
Os sugiero que, no perdáis la confianza  en vosotros mismos y aprendáis a mirar con lupa los intereses ajenos...

Soñar...

Por ellos, para ellos

Por los que se han ido y no volverán, por esos seres que dieron su vida y fueron arrancados del árbol del hogar...
Sin ellos, el silencio que nos queda nos invita, no a encontrar respuestas, sino afirmaciones de su gran temple de hombres de verdad...
Dedico una alabanza plena, por los que han  sucumbido en los atentados, dando su vida por los demás...
Seres anónimos que ya no están...
Como legado, nos han dejado un sutil rastro de estrellas, cuyo resplandor perdurará en el tiempo...
Un hilo de plata llegará hasta la tierra para recoger las lágrimas de los que lloran...
Mi admiración, para todos ellos...

Otras vidas

Se habla de la unión de las almas pero, no de la verdadera unión de los corazones...
Se puede estar sufriendo lo indecible y estar al mismo tiempo rodeado de gente, sin que nadie sea capaz de acercarse a tu corazón...
Este es, sin duda el sufrimiento más grande del ser humano; no hallar unión verdadera con nadie...
Mientras nuestra vida va pasando nos desdoblamos en muchas facetas, vivimos el tiempo acompañados de otros seres y no hacemos otra cosa que, no sea vivir...
Pero vivir se puede hacerlo de muchas maneras...
La plenitud, no es otra cosa que, acercarnos al corazón de los seres humanos y compartir otras vidas...
Podemos vivir, sin vivir, o sea: nosotros, nuestras cosas y punto, vacíos de todo, sin complicaciones y con la rutina a cuestas...
Esto se traduce en: soledad+ egoísmo...
Hay que buscar corazones, compartir otras vidas, saber otras historias. La nuestra, ya la sabemos de memoria...
¿Te atreves?