Cada día pasamos por multitud de lugares yermos y no somos capaces de sembrar...
Continuamente nos llegan los ecos del mundo que, nos insinúan lo lamentable que está todo, y los peligros habitan en cada rincón...Y nosotros nos amoldamos a la opinión ajena...triste realidad...
Pongamos nuestras ideas sobre la mesa y comencemos con la ardua tarea de trabajar con ilusión...
El resultado no es obra de un instante, pero cuanta más imaginación pongamos, mejor será el resultado...
Se ha de partir de la base de que: aún queda mucho por hacer y lo mejor está por llegar...
No se trata tanto de hacer nuevas cosas, se trata de hacer lo mismo pero perfeccionado, porque la perfección se ha perdido, los detalles ya no existen y la simpatía y la sana alegría están ausentes...
Nosotros podemos ser la calidez, aunque la casa esté fría, podemos ser acogedores aunque el vacío nos envuelva, podemos poner una chispa de ironía ante la excesiba sobriedad...
De poder, podemos hasta cambiar el mundo...
Pongamos las ideas sobre la mesa y comencemos haciendo mezclas sorprendentes: delicadeza, optimismo y la perfección como máxima...Y como de todo eso ya no queda en el mundo, el éxito está asegurado...