Todos tenemos o hemos tenido un cascabel en nuestra vida...
El cascabel era la risa que nos delataba allá donde fuéramos...
¿ Cuándo era eso?
Tal vez fue en nuestra infancia porque; el tiempo se encargo de robarnos nuestro cascabel...
Nos volvimos adultos de la noche a la mañana y aceptamos convivir con el gris y el negro: la sobriedad absoluta...
Aunque reír es muy fácil, si usamos la mirada interior podremos ver el circo que llevamos dentro y que nos ha acompañado desde que nacimos, sólo que ahora, siendo adultos, los payasos que, eran la causa de nuestra alegría, ya no existen. En nuestro circo de adultos solo hay hoy fieras, que nos hacen la vida imposible...
Habría que buscar el cascabel de nuestra risa perdida y colgarlo del cuello...
Por reír que no quede...
Hoy toca reír...Ríete...