El puente

El viejo puente de piedra que cruza el rio nos suguiere cruzarlo y avanzar por ese sendero que se pierde en la espesura...Pero nos sentimos indecisos ante el temor de caernos a este rio de aguas turbulentas...Se nos hace tarde y está anocheciendo, estamos atrapados entre el miedo y la indecisión...
Sabemos que al otro lado del puente algo o alguien nos espera...Sabemos asimismo que las cosas tienen un valor relativo, mientras que los seres humanos son fundamentales...
Cuando damos ese primer paso para ir al encuentro de los demás, el horizonte se ensancha de una forma irresistible...
En la vida, cruzamos muchos puentes, donde la duda y el miedo pueden convertirnos en lo que en realidad no somos...
Para poderse abrazar, hay que cruzar todos los puentes, arriesgarse y dejar atrás los prejuicios...
La felicidad nos viene de la osadía de ser valientes, así sin más...

La buena sombra

Estamos en un desierto, donde la arena y el viento conviven en perfecta armonía...El gran mar de arena es interminable y los horizontes imposibles de alcanzar...
Dejarnos morir parece lo más razonable, pero luchar por sobrevivir es sin duda heroico...
Buscar una sombra en medio de ese mar de arena es sólo un espejismo...
Sin embargo, el desierto es un lugar  necesario al hombre...
La mente vacía es una experiencia única, semejante al desierto, donde sólo el horizonte es un mudo testigo en nuestra busqueda de hallar una sombra capaz de darnos cobijo...
La buena sombra espera en los caminos, en las calles de la ciudad...
Nuestro desierto particular está hecho de largos tramos de soledad y silencio...
La buena sombra es aquella que nos hace sensibles, que nos regenera y fortalece, para que sigamos avanzando...

Los árboles

Las raices son para los árboles, la vida...
Los humanos echamos raices ahí donde vivimos , formando un extenso entramado comprendido no sólo por la familia sino por amigos, conocidos e incluso desconocidos...
El hombre a igual que el árbol echa sus propias raices...
Los árboles más corpulentos también sucumben a las grandes tormentas y son arrancados de la tierra donde se asientan, otros mueren en tiempos de sequía, mientras otros son talados por la mano del hombre para construir, po ejemplo, una autopista...
El ser humano experimenta a lo largo de su vida grandes tormentas, ya sean económicas, morales o físicas...
También el hombre sufre profundas mutilaciones: separaciones dolorosas, familias rotas...
Habría que pensar en esos seres humanos que vagan por el mundo sin una raiz que los sostenga...
Defendemos la vida de los árboles...
¿Pero, quién defiende al hombre?

Caer

No hay nada peor que caminar por un sendero pedregoso en plena noche...Una caida puede ser fatal...Los ojos no nos servirán para ver el peligro que entraña la profunda oscuridad, sólo la intuición puede salvarnos de no caer al abismo...
Ahí no vale la sabiduria, la prisa o el renombre, porque caer es lo lógico en la existencia...
A expensas del daño y el dolor no podemos quedarnos ahí tirados...Las heladas de la noche suelen ser mortales...Hay que levantarse, recobrar ánimos...
Caer es cosa de un instante, levantarse puede llevar mucho tiempo...
Mientras tengamos vida caeremos una y otra vez y la existencia es un constante levantarse...

E l lado oscuro de la vida

Estamos en la antesala del dolor...
En silencio y con los nervios en tensión contemplamos ese suelo de blancas baldosas y dejamos que la mente se llene de oscuros presagios...
El sufrimiento y el dolor no son ajenos al hombre...En algún momento de la vida suele aparecer de improviso, ya sea cara a cara, a la vuelta de la esquina o en otro lugar impensable...
Jamás estaremos preparados para las heridas de los zarpazos del dolor...
En la antesala del dolor nos vienen a la mente las sensaciones de paz que hemos experimentado...
Mientras unos lloran por un dolor de muelas, otros en situaciones peores viven con serenidad...
Todos vamos en el mismo barco, todos tenemos nuestros particulares sufrimientos, sean morales o físicos...
Todos estamos en la antesala del dolor, porque el sufrimiento es el resultado del polvo que somos...

El silencio

El silencio es el más elocuente de los sonidos...

En el silencio, hallamos el bálsamo para nuestras heridas, en él encontramos la sabiduria del saber estar con nosotros mismos...

Aunque parezca mentira, el estar a solas y en silencio es un arte verdaderamente dificil...

El ser humano necesita expandirse, muchos no pueden  ni callar, en realidad estamos hechos para la comunicació y algunos para la cháchara...

El abrazo del silencio es envolvente, sólo hace falta que nos dejemos seducir por él para escuchar la cadencia de su voz...

El silencio y la oscuridad forman un tandem perfecto...

En el profundo silencio del cosmos, la vida de millones de estrellas, llenan la oscuridad de la noche y nosotros admiramos en silencio, ese silencio lejano, sin darnos cuenta de las incógnitas que encierra...

En silencio trabaja el sabio y en silencio estudia el estudiante...

Silenciosamente trabaja la hormiga...

"El silencio vale más que mil palabras".

El gran señor

El absurdo es un habitante muy común entre los hombres...Su fama es a veces ignorada y otras , silenciada...
Él es, él es el que complica las cosas sencillas y los acontecimientos nos dicen a veces lo absurdo de muchas decisiones...
El camino es, simplemente un camino, dónde andar, no un atajo donde dejarnos la piel...
A la luz de la verdad se comprenden muchas cosas y será precisamente el absurdo el que intenta anular la callada lucha del ser humano...
El absurdo es un gran señor que se ha puesto muchas medallas y vive a expensas de los acontecimientos...
Si el camino está hecho para andar, no hay nada más absurdo que cojer un atajo...