Los sueños sólo son sueños.
La realidad es otro sueño, con la diferencia, que lo vivimos en la propia piel y el exterior de lo que somos es solo una idea para los otros y aunque creamos conocernos a nosotros mismos, tenemos reacciones inesperadas. O sea: de nosotros, no sabemos nada, pero al mismo tiempo podemos superarnos y esperarlo todo. A menudo estamos dónde no deberíamos estar ,que es: en todo y así estamos, medio locos. Un poco de cordura nos haría comprender, que el todo es demasiado para nosotros.