No es el caso del árbol solitario, que en la meseta crece y vive con la misma fuerza. No es el caso del antílope y la manada , el rumiante perdido en la estepa no tiene problemas para sobrevivir. Muy distinto es el caso del hombre, nuestro caso concreto...
El hombre al tomar conciencia de si mismo, se analizó , se midió y se encontró solitario, indigente, encerrado entre las paredes de si mismo . ¿Cómo salvarse de esa cárcel? ; con una salida hacia el otro. El ser humano está entre dos abismos: la necesidad de ser él mismo y la necesidad de ser para el otro. Esencialmente relación... El otro es para el hombre: necesidad y salvación. El otro también puede ser suplicio y dolor.
En el largo camino de la vida, el otro es el manantial más importante y temible de sufrimiento humano y del otro nos llegan los impactos más dolorosos...
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