En la lucha de cada día y la lucha de toda nuestra vida por conseguir un trabajo y un hogar, no tiene nada que ver con los que luchan únicamente por sobrevivir. Si pensamos en la guerra, nuestra lucha es mínima. La guerra es el motor de la ambición, es una exhibición de fuerza, mientras que los que buscan la paz usan solo la fuerza del amor. En una guerra se pierde todo pero algo nos queda; los mudos testigos de los que se han ido. Nosotros solo somos espectadores de los sufrimientos de los hombres, pero cerca de nosotros hay luchas invisibles donde estamos nosotros y los otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario