Pocas veces abrimos esa ventana, que nos conecta a la vida y esa ventana es nuestra alma percibiendo colores, sonidos y voces y es ahí donde nuestros sentidos captan el sentido de la lejanía del camino...
Cuando abrimos la ventana del alma, los horizontes se ensanchan y vemos los reflejos del mundo en movimiento y hasta podemos compartir sentimientos...
A esa hora del amanecer hay mucho que hacer y hemos de abrir esa ventana para sentir la caricia de los sonidos cotidianos y los ecos lejanos y todo puede influir en nuestro estado de ánimo, porque todo nos habla; de la importancia de vivir...
Cuando abrimos la ventana del alma, los horizontes se ensanchan y vemos los reflejos del mundo en movimiento y hasta podemos compartir sentimientos...
A esa hora del amanecer hay mucho que hacer y hemos de abrir esa ventana para sentir la caricia de los sonidos cotidianos y los ecos lejanos y todo puede influir en nuestro estado de ánimo, porque todo nos habla; de la importancia de vivir...
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