De las múltiples soluciones caseras, la más eficaz es, la del azúcar...
El azúcar quita el sabor amargo, después de una caminata suprime el cansancio, levanta el ánimo y de paso te enseña que, la dulzura de carácter hace verdaderos milagros...
Una palabra fuera de lugar o subida de tono puede hacer que, los nervios nos lleven al infierno de lo incomprensible...
Como solución sólo hay; la dulzura que habita en nosotros...
He comprobado que los niños no atienden a los gritos, ni al mal humor. Con ellos hay que usar la receta de la comprensión y añadir una buena dosis de dulzura...
He comprobado que esta receta es válida también para los adultos...
La receta del azúcar, no falla...
Compruébalo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario