No hay nada más difícil que la convivencia humana...
Sabemos las dificultades que entrañan los gustos, las aficiones, las preferencias y sobre todo, el carácter de cada individuo...
Cada obstáculo nos hace vibrar y no pocas veces nos revelamos...
Es fácil comprender lo difícil que es: "vivir y dejar vivir"...
A veces somos nosotros los que, tenemos que doblegarnos ante los demás, otras son, los demás...
Se ha de partir de la máxima de que, si queremos vivir plenamente hemos de aligerar el roce con los hombres, porque hay roces que son molestos, sobre todo con aquellos que ya hemos catalogado de insoportables. También los acontecimientos pueden no dejarnos vivir amargando nuestra existencia...
De vivir, tenemos que vivir en plena lucidez, tomando conciencia del "yo" personal, pero sobre todo y siempre, hay que dejar vivir...