Vamos a dejar la casa sin barrer, los platos por fregar y vayamos al encuentro de nuestro -yo- personal...
Más que cordura es, locura ahondar en nuestro interior. donde hay un desorden, que no veas...
Y ahí está; nuestro interior, impávido y a la vez efervescente...
Esa locura que intento sentir a él no le dice nada, soy yo la que remuevo insistentemente su fondo opaco,
¿Opaco, digo? Está lleno de colores: verdes de prados y bosques, azules de mares y olas, blancos de nieves...
Amarillo hay bien poco, porque ese color simboliza la envidia y no hay razón para tenerla...
Después de dejar la casa por barrer y la comida por hacer, caemos en la cuenta de que, un gramo de locura nos hará más bien que mal y si añadimos un poco más, tocaremos el cielo de nuestro mundo interior...
Más que cordura es, locura ahondar en nuestro interior. donde hay un desorden, que no veas...
Y ahí está; nuestro interior, impávido y a la vez efervescente...
Esa locura que intento sentir a él no le dice nada, soy yo la que remuevo insistentemente su fondo opaco,
¿Opaco, digo? Está lleno de colores: verdes de prados y bosques, azules de mares y olas, blancos de nieves...
Amarillo hay bien poco, porque ese color simboliza la envidia y no hay razón para tenerla...
Después de dejar la casa por barrer y la comida por hacer, caemos en la cuenta de que, un gramo de locura nos hará más bien que mal y si añadimos un poco más, tocaremos el cielo de nuestro mundo interior...
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