Somos conscientes de que no todo se puede decir y menos escribir...
Hemos de callar verdades para: "no perder las amistades".
Y mientras nuestro interior es un verdadero hervidero, ya no sabemos que hacer con nuestras opiniones...
Los demás dicen, mientras nosotros, callamos o seguimos la corriente insulsa de palabras sin sentido.
Y es que: -La palabra es un arma de doble filo-.
¿Porqué no decir las verdades? Y si perdemos las amistades: - más vale estar solo que mal acompañado-
El río que nos lleva es sumamente peligroso, porque acalla nuestra voz...
Después de alzar la voz, ya no nos queda el grito en la garganta y los ojos solo miran horizontes, silenciados de palabras...
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