Volver al camino del hogar, después de una ausencia prolongada, es volver a revivir en cada recodo, los sueños e ilusiones, que ningún camino del ancho mundo nos dio...
Cada árbol es un ser vivo que, a nuestro paso parece darnos una calurosa bienvenida, que ningún hotel de los que fuimos nos dio...
Cada piedra de la gran escalinata ha redondeado sus formas, para facilitarnos la ascensión, cuando en las escaleras del mundo tropezamos una y otra vez...
Después de haber andado caminos entre el polvo y el cansancio, llegar al hogar es: encontrar lo que dejamos, el libro abierto, el último poema susurrado a media voz, la ventana entornada, tal como la dejamos, el cálido abrazo de los seres queridos...
Caminos, siempre caminos, pero el mejor camino es aquel por donde siempre hemos andado...
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