Escuadriñar, no es lo mismo que mirar o contemplar...
Es una manera muy en boga ...
No nos basta en conocer a las personas, sino que queremos saberlo todo de ellas...
El ojo de la cerradura es el lugar ideal para saciar el hambre de la curiosidad,y nunca mejor dicho: para ver sin ver lo poco que se pueda, ya sea por ejemplo la pata de una mesa o el perro de la familia...
En realidad la verdadera utilidad del ojo de la cerradura es para meter la llave y cerrar la puerta, eso nos da una cierta seguridad frente a los curiosos y digo cierta, porque los oidos oyen y tras las ventanas nos ven...
Es preferible mirar y contemplar, sin ánimo de más...
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