Si a lo largo de la vida has conservado la alegría habrás de saber, que el tiempo es enemigo de la conservación porque: con él se pierde la risa, la ironía y la sonrisa y con ello se pierden muchos valores de la vida...
Aunque el oro sea un tesoro, la alegría lo supera...
La alegría siempre es joven y risueña, pero a lo largo de los días y los años, ya no es para nosotros lo que era y ya ni nos acordamos cual fue nuestra última sonrisa y no sabemos dónde dejamos la risa...
Ahora lo nuestro es relajarnos y ahí cambia el estado de nuestra alma porque a ella le gusta más vernos sonreír, que es en realidad un método de restauración simple y económico que a fuerza de repetirlo restauramos el caos de nuestro interior...
El caos del exterior puede romper nuestra unidad, pero también puede convertirse en una universidad dónde aprender que: la alegría nos sintoniza con los demás y nos enlaza con la sonrisa y la risa cuyo resultado es la simpatía...
Modelos para la vida, de la mejor calidad...