Entre dos aguas

En estos momentos estamos entre dos aguas, dos etapas: las evocaciones y la realidad...
Las evocaciones, según como pueden llevar a la melancolía, aunque también  nos pueden ser de gran ayuda para afrontar con optimismo el cambio de estación...
La alegría se ha de renovar constantemente y de forma diferente en cada etapa de la vida...
Si estamos entre dos aguas, se corre el peligro de no estar a la altura de las circunstancias...
En esta nueva etapa, del cambio de estación, tenemos muchos interrogantes y certezas...
El verano nos lleva a las puertas del invierno y al milagro de estar donde estamos...
Ahora comienza: la monotonía del trabajo, el cansancio, la rutina del hogar, el reencuentro con los amigos, el hacer los deberes con los hijos...
El final del verano es: como un Año Nuevo, pero sin nieve ni árbol de Navidad...

Lluvia de verano

Una intensa lluvia de fotos va cayendo en mi móvil...
A cada instante el click del envío no me deja hacer otra cosa que, contemplar esa lluvia con los rostros y poses de todos y eso que nos vemos cada día...
Los niños se conocen todos los ángulos posibles e imposibles...
Así que decido, ponerme el abrigo de la paciencia y el paraguas de la alegría, para contemplar esa lluvia cálida de todas sus sonrisas...
Hoy toca mojarse y empaparse de alegría...

Un castillo encantado

En un rincón de tu mente, hay mil sueños escondidos, que juegan siempre incansables en todo cuanto has vivido y esos sueños, viajan siempre contigo...
Te abrazan en la penumbra y te llevan de la mano a los sueños del mañana, en donde todo es ambiguo...
En los sueños te desdoblas y dejas de ser tu mismo y las horas te van dando el idealismo del protagonismo...
Sin ser, eres y siendo no eres lo que piensas de ti mismo...
En algún lugar de tu mente, el pasado y el presente se conexionan o se diluyen...
Solo el mañana, construye el castillo encantado de la incertidumbre humana...

Verde y azul

Verde y azul , es lo único visible de entre la arboleda, que se balancea al compás del viento...
Como nada o casi nada puede sorprenderte, te adaptas al lugar oscuro de los pensamientos...
A la luz de este amanecer le gusta jugar y sorprender, pero contigo no tiene nada que hacer, porque prefieres no ser testigo de esa luz del bosque entero...
En esta penumbra opaca de la mente,  donde no encuentras el fundamento de cada idea, el azul del firmamento, se borra...

No quiero cambiar

En el fondo, todos somos iguales  la claridad y la sencillez es nuestra principal esencia...
La vida es, la que nos complica nuestro personal modo de ser y nos pasamos el tiempo siendo sin ser lo que somos...
Hace algún tiempo hice reformas en mi hogar, alisando paredes para pintarlas...
Una de las paredes se derrumbó y tras los escombros salieron maravillas...
Mi vida quedó atrapada en unas obras de, nunca acabar que resultó ser algo agobiante...
La vida se complica en un instante y un instante puede cambiar la rutina y llevarte a cambios radicales...
En mi caso creí estar en un lugar que no era mi hogar...
Lo mas difícil fue conservar la alegría y la calma, luchar contra viento y marea (el viento entraba por todas las ventanas) cuando lo más fácil es cambiar de bien para mal...
Los operarios cantaban, yo también ...
Hay que estar disponible para ser todo terreno y aprender de las circunstancias...
De prepotencia, nada de nada, claridad y sencillez y estar dispuesto a todo sin perder la esencia personal...
Esas obras me dieron la gran lección de que: todos somos del montón...

Soñar despierto

En la densidad del silencio, te estremeces y tal vez sueñas despierto...
Las horas son ahora tan densas que, te cuesta afrontar la monotonía de esta soledad, en el habitáculo de tu ser...
La densidad del silencio es terrible si no se sabe amarlo...

Yo, tú y él...

Yo tengo, tú tienes, él tiene...
Este es el trío en singular del verbo tener...
Como podemos ver, este es un verbo que denota exclusividad...
Eso de tener es bastante complejo, ya que en muchos casos, se tiene, pero se carece de lo principal...
Dicen que; el oro sube a la cabeza, como el vino o la cerveza y que, llegados ahí lo que puedas tener no vale para gran cosa...
Más vale utilizar el verbo ser y hacer valer lo que de verdad somos...