Aprender a ser

Nadie nos enseñó aquel camino, hecho de luces y sombras...Pero a nuestros ojos llegaron reflejos de estrellas y fue entonces cuando nos dimos cuenta de la grandiosidad del Universo...
Desde ese instante, ya no pudimos descansar, porque nuestro anhelo eran los grandes retos...
El desierto, siendo grande, se nos hizo pequeño, el mar, siendo profundo, nos pareció una balsa...
Aprendimos a ser osados, sin que nadie nos lo enseñara...
Sólo cuando tuvimos a un niño en nuestros brazos, nos dimos cuenta de que, también la ternura habita en nosotros...

Las diferencias

Un folio en blanco reposaba sobre la mesa, a su lado, una libreta cuadriculada la observaba con gran descaro...Entre ellas iniciaron una insulsa conversación...
El folio, se enorgullecía de su blancura y del impecable texto que iba a contener, mientras, la simple libreta hacía gala de recoger el pensamiento original del  escritor...De hecho, ya ostentaba en su haber el encabezamiento de lo que iba a ser una larga historia...
Por su parte, el folio se jactaba de que en él no habrían tachones y las letras serían impecables, las mayúsculas tendrían arabescos fascinantes...
Al poco se escucharon unos pasos y tanto el folio como la libreta enmudecieron...
El hombre comenzó a escribir sobre la cuadricula y mientras la humilde libreta se llenaba de orgullo, el folio echaba chispas...
Fue a media tarde cuando una gran letra dio el encabezamiento sobre la blancura de aquel lienzo en blanco, que era el folio...
Después el hombre se fue, dejando la ventana abierta y ya se sabe que el viento se lleva las hojas y el folio fue llevado en volandas a lejanías infinitas, mientras la libreta permanecía en su lugar...
Lo pequeño y lo grande, lo blanco y lo negro, todo tiene su importancia...

La que nos cae

A nadie le gusta verse sorprendido por un chaparrón...
Sobre nosotros caen continuamente chaparrones de toda clase, desde el agua que cae del cielo hasta criticas malsonantes, conversaciones insulsas y enfados ajenos...
A veces creemos que el mundo se desmorona bajo los pies y es que, sin saberlo somos muy pero que muy sensibles...
Palabras laceradas, que nos hieren, miradas, que nos oprimen, gestos que, nos desarman...
Los chaparrones siempre nos cogen desprevenidos...
Salimos a la calle con nuestra mejor sonrisa y ahí, donde menos lo esperamos nos damos de bruces o con el hermetismo ajeno o un chaparrón indeseable de frases...Para esa clase de chaparrones no hay paraguas que valga, ni techo que nos resguarde...
Soluciones hay pocas que nos salven de los chaparrones de la vida, pero no olvidemos que poseemos alma de artista...Imaginación no nos falta y con ella, poder hacer grandes portentos, para aguantar estoicamente todos los chaparrones posibles...

Nuestro paisaje personal

Nuestro pincel se embriagaba con los colores en un paisaje de lejanías estáticas...
Después de los años, aquellos colores fueron adoptando los tonos ocres del otoño...
En el gran lienzo se fue borrando la luz y han aparecido huecos oscuros, largos trechos solitarios y silencios.
Quisimos plasmar lo que nuestro corazón intuía...
Cada pincelada, era una palabra, era una mirada...
Al terminar aquel largo camino, dejamos vagar los ojos por los esbeltos chopos de verde desvaído...
Sin darnos cuenta, silenciamos nuestra voz y fue el silencio el que dejó nuestra obra inacabada...
Pintores no seremos, pero sí hombres, creadores de los paisajes de nuestra vida...

La caricia

Abrí la vieja cancela de hierro oxidado y dejé vagar los ojos por aquel jardín abandonado...No sabría decir los años que había soñado con penetrar en aquel lugar...
Las malas hierbas habían borrado los caminos...
Cerré los ojos para imaginar: esbeltos cipreses bordeando senderos de grava y bajo los tilos centenarios un banco de piedra donde reposar...
Las ensoñaciones duran poco, normalmente van y vienen...
Avancé entre la maleza, contemplando más el silencio que el entorno y allí, en un recodo, tropecé con su mirada...Era un busto de mujer ennegrecido por el tiempo, cuyo rostro estaba enmarcado por brotes de hiedra.De sus ojos, dos cuencos vacíos, asomaban gotas de rocío, que parecían lágrimas humanas...
Rocé con mi mano ese rostro frío, carente de vida y en ese instante, sus ojos se llenaron de un azul intenso y me miraron...
Una sola caricia puede obrar un milagro...

El problema del gato

Cuando llega la noche la mayoría de los humanos se prepara para dormir...
Ahuecar la almohada, es todo un ritual y también lo es cerrar puertas y ventanas...
De camino al dormitorio nos vienen todas las preocupaciones...
Volvemos a repetirnos una y otra vez que, esa puerta que chirría mañana sin falta la engrasaremos porque, si hay corriente de aire la puerta, maúlla como un gato y los niños se levantan automáticamente de la cama, para poder ver al gato, que en realidad es la puerta...
¡Cualquiera se pone a explicar a las tantas de la madrugada el lío ese de la puerta...!
Como decía, irse a dormir suele ser mas complicado de lo que parece, porque es cuando la memoria adquiere dimensiones descomunales...Que si la hora con el médico ha pasado, que si los yogures han caducado ...
No podemos pretender dormir con el enorme peso de lo que la memoria nos sugiere...
Hay que apagar la luz con la elegancia de un hombre de bien y en la oscuridad, empezar a planear nuestro castillo particular, sin puertas, claro...

El montón

Quisimos distanciarnos del montón, quisimos ser diferentes y si alguna vez lo conseguimos no pudimos estar de acuerdo con nosotros mismos...
Si lo nuestro era chapotear en el agua, el montón permanecía en la orilla, si lo nuestro era escalar una montaña, el montón permanecía en la ladera...
Los otros no podían comprendernos y el "yo" personal era todo un triunfo...
Solo después de algún tiempo caímos en la cuenta de que, aquellas risas distanciadas, nos herían...
Solo entonces nos arrimamos a ese montón homogéneo de seres humanos y sin darnos cuenta aprendimos a permanecer en la orilla, a escuchar y ser escuchados...
Sin darnos cuenta aprendimos a permanecer en la ladera y compartir lo bueno y lo malo de la vida...
El montón somos todos, todos somos del montón y no hay alternativas...