El collar

Los seres humanos son propensos ha dejar que les pongan un collar, para así, dejarse arrastrar, o bien por las amistades o modas en uso, tendencias y demás...
Hay quien disfruta no sólo en poner el collar sino también el bozal, para que el hombre cazado guarde silencio...
Y el hombre se deja llevar, allí donde le lleven... La fuerza de voluntad se desvanece, como una nube de primavera...Y con la excusa de que la rutina nos ha dejado desmadejados, nos dejamos hacer...Vamos tras lo insólito, lo peligroso, lo nunca visto...
De nuestro collar pende una correa y nos llevan, ¿Adónde?
Amigos, la libertad es única y nuestras palabras no merecen ser acalladas por un bozal.

Superarse

Muchos están contentos con lo que son, han anclado en un puerto y ahí se quedaron como un barco varado...

De hecho podrían soltar amarras y buscar en los entresijos del ser una buena razón para superarse...

Porque todos, todos tenemos alma de artista, pero claro está que debemos pulir esa vocación que dormita dentro de nosotros...

Para empezar, os sugiero que  desde la primera hora de la mañana busquemos la perfección en la rutina,eso ya es de por si una especie de busqueda de nuestro propio ser...

Hay que aguzar el oido para escuchar esos sonidos que una y otra vez hemos pasado por alto...Abrir bien los ojos para - contemplar- los colores y las formas, buscar desde la nada nuestro yo personal...
Hemos de superarnos no por los demás sino por nosotros mismos y desde ahí llegaremos a los demás...
No sabemos a donde nuestros pasos nos llevarán pero la superación puede cambiar nuestra vida...
¡Supérese!

El sentido de la orientación

La arboleda era un susurro de hojas y los altos chopos parecían estar cortados con el mismo patrón...

Camimar entre el susurro de aquel inmenso mar de árboles era como perderse en las profundidades de la tierra...Era como presentir la presencia de miles de ojos sobre nosotros...

Y quisimos volver sobre los pasos, regresar al lugar de siempre o sea, al lugar seguro, pero el sentido de la orientación se había desvanecido...

El hombre se desorienta fácilmente...

Nuestros caminos ofrecen bajantes y repechos, cruces insinuantes y espejismos...

La arboleda es metafóricamente los hombres y mujeres que nos rodean, son las circunstancias en las que estamos inmersos...Así que, usemos del sentido de la orientación para no perdernos...

La llave

Todos hemos querido en un momento de nuestra vida ser la llave que abriera las puertas cerradas...
Hemos visto soluciones allí dónde no las había...
En una palabra; hemos querido ser dioses...

Pero ante el portento de nuestras silenciadas soluciones nos hemos vuelto pasivos...

Si tenemos la llave para abrir puertas, usémosla.

Si sabemos de alguna solución, solucionemos.

La palabra es importante, pero los hechos son los que de verdad nos hacen hombres, porque dioses no somos...

Utiliza la llave que abra la puerta a las soluciones y utiliza las soluciones...

La utilidad no es estar pasivo, la utilidad está en la acción...

No basta ser, sino estar...

No basta con mirar, hay que contemplar....

Imaginar

Todos se habían ido a la fiesta del pueblo y ella se había quedado sola en la casa ¡Qué maravilla!

Se puso sobre los hombros el chal de cachemir...Descalza recorrió el  largo pasillo...

En el jardín le esperaba un bailarín imaginario...La música se filtraba por entre los árboles y el pequeño jardín se convirtió en una pista de baile donde ella bailaba con aquel ser que a ella se le antojaba casi real ...

No hay nada como, imaginar e improvisar...Ser uno mismo, porque muchas veces tenemos necesidad de ser simplemente nosotros ...

Una gran señora

Ella era la gran señora de aquellos parajes, su porte majestuoso había perdurado a traves de los siglos...

Ante ella habían pasado reyes y príncipes, vasallos y ministros...Su morada fue un suntuoso palacio donde siempre había mucha distracción con el ir y venir de la gente...

Siglos más tarde el gran palacio quedó deshabitado y la gran roca milenaria que se las había dado de gran señora ahora era tan solo un simple mineral ...

Primero fuimos niños, después jovenes...Todo giraba a nuestro alrededor...
Después llegamos a ser hombres...Muchas voces se acallaron...
Y tenemos la suerte de hallar la respuesta a muchas de nuestras preguntas y tenemos la suerte de poder cambiar el decorado de nuestra vida, de poder amar y ser amados...

Lo inamovible

Mirando la lejanía del mar, el horizonte me muestra cada día unos colores y matices enigmáticos y diferentes a cada instante...Hay veces que, la niebla borra ese horizonte infinito, sé que tras ese sutil manto evanescente la lejanía permanece, insondable e inamovible...

Esto me ha enseñado que, tras las circunstancias y los acontecimientos de la vida, - que a veces no aceptamos- el ser humano ha de permanecer en su lugar, como una roca anclada en una base sólida y que tras el sutil manto de la niebla o tras los negros nubarrones hemos de simplemente permanecer...

Lo inamovible es aquello que habita en el interior, lo que nada ni nadie nos podrá arrebatar...

"Aunque se hundiera el mundo, yo seguiría plantando mis manzanos."

Lo viejo y lo nuevo

Entendemos por viejo a ese vecino añoso que, cada día va renqueando a buscar el pan  y lo que no sabemos es que su espíritu es más joven que el nuestro...

Por viejo entendemos ese vestido pasado de moda que se ha lavado más de cien veces, cuando el que nos compramos la semana pasada está para tirar a la basura...

Uno no tiene la edad que tiene, esa que pone el carnet de identidad, uno tiene la edad que quiere...

Lo nuevo, según en que manos, se deteriora, lo viejo, según en que manos lleva años siendo de utilidad...

La verdadera causa de envejecer somos nosotros mismos, con nuestro pesimismo o esa especie de idolatría que nos tenemos.

La vejez no es otra cosa que ir dejando atrás gustos y aficiones, es un ir dejándose llevar y que nos lleven...

Nuestro disfraz de cada día

Hay tres clases de personas:

Las que salen a la calle con la cara lavada, la sonrisa de oreja a oreja y la palabra pronta.

Están también los que llevan media careta, que van ensimismados en sus cosas y parecen haber olvidado el arte se sonreir.

Los últimos son, los que llevan la mascara completa, parapetados en un maquillaje rejuvenecedor o envejecedor, según la circunstancia, como si fueran seres de otro planeta, hombres y mujeres que van a lo suyo.

Lo triste es, que cada día del año sea carnaval para muchos...
Hay que buscar en todo la normalidad, poniendo una pizca de ironía y ser lo más parecido a un niño, porque ellos -los niños- nos enseñan la gran lección de la transparencia...

Un consejo: guarde su disfraz y úselo únicamente para carnaval.

La piscina

Por fin se habia cumplido el sueño de toda su vida; tener una piscina en el jardín de su casa, no para bañarse (porque no sabia nadar) sino para, ver el cielo reflejado en ella, sin necesidad de levantar la cabeza.

Nosotros miramos los cielos que salen por la televisión,  los cielos de los libros o los paisajes del ordenador...

¿No nos complicamos demasiado la vida?

Nos sería más fácil abrir la ventana o salir por la puerta...

El antes y el después

Siempre hay un antes y un después en la vida, en las cosas y acontecimientos...La existencia está sembrada de buenos propósitos que pocas veces llegan a cumplirse...

Ese huerto que soñó...

Ahí van unos ejemplos:

El huerto que soñó y que por inercia se ha llenado de malas hierbas...

La pintura de un amanecer en el mar, no se acabó porque prefirió dormir...

El armario que nunca abrimos y que no sabemos ya lo que contiene...

Esa cantidad de alimentos que almacenamos (por si las moscas) y que pueden estar caducados...

Nos dicen que un largo paseo va muy bien para el cuerpo y la mente, pero preferimos el mullido sofá...

No vamos a aquella fiesta porque iba fulanito y luego nos enteramos de que estaba enfermo y no fue. (lo que nos perdimos.)

El antes y el después están entrelazados...

Cuidemos bien el antes para que el después no nos depare desagradables sorpresas.

Volar

Los humanos somos como las aves que pueblan el cielo y por muy extraño que parezca, tenemos alas...
La prisa nos hace volar...
Debo decir que, para muchos la puntualidad brilla por su ausencia y entonces, claro está, hay que volar...
También en nuestro interior tenemos las grandes alas de la imaginación, que nos llevan y nos traen, a veces en viajes supersónicos de alucinantes paisajes ...Las alas de la imaginación pueden hacer estragos en nuestra vida...Hemos de saber que los espejismos no sólo se dan en el desierto, sino en el día a día...
Cada hombre tiene sus propias alas...Así hay quien por ocio o necesidad tiene que viajar constantemente.Ese ser humano que corre y casi vuela en el aeropuerto para cojer el avión, poco después volará de verdad...

Hay que prescindir de las alas, hay que aprender a caminar sabiendo que llegamos puntuales y tener el gusto  de la espera y seguramente, él que esperamos llegará volando...

La loca de la casa

La exquisita sobriedad de aquel hogar daba la bienvenida al visitante y uno no sabía en donde poner los ojos y los pies...
En un lugar tan aséptico no había lugar donde sentarse...
Según dijeron sus dueños la casa era muy cómoda, pero todo y así a la casa le faltaba alma...
Después de largo rato de estar en aquel lugar pude comprobar que allí nadie reía...
Y es que las casas necesitan una pizca de locura...Los hombres necesitamos reirnos y que nuestra risa circule libremente por todas las estancias...Y no me refiero a la risa tonta, sino a esa otra risa: la verdadera.
La risa es, la loca de la casa, la que lo transforma todo, es la mejor música, no ocupa espacio pero nos llena de bienestar...

Demos la bienvenida a la alegría y que la loca (la risa) transforme nuestra vida...Ja, ja ja...

Una forma de expresión

La escritura ha sido desde antiguo una forma de comunicación de gran utilidad...El correo, en sus diferentes formas segun la época ha ido evolucionando lo mismo que la escritura y manera de expresarse...
Al hombre le gusta escribir, ya sea su biografía, novela, prosa o poesía,  para dejar constancia de sus ideas y fantasías...
La imaginación y la instrucción del hombre casan muy bien, aparte, claro está que se necesita la musa a la que todo escritor está vinculado...
Quiero rendir, desde aquí un pequeño homenaje a los escritores de todos los tiempos, porque sin ellos no se podria viajar sin salir de casa, porque ellos nos hacen soñar y en las frías noches de invierno no hay nada más maravilloso que leer...
Quiero animar al hombre de hoy para que escriba, no se trata tanto de ser famoso, sino de abrirse a la fantasía y dejar constancia de nuestros sueños y vivencias...
Porque cada uno de nosotros tiene una historia...

Un recodo

Quizás no lo recuerdes pero cuando eras niño te sentías atraido por los lugares pequeños y acogedores...
Después, a medida fuiste creciendo, lo que más te atrajo fueron: las grandes lejanías, los vastos horizontes, las ciudades populosas, las extensas playas, las grandes superfícies...
El hombre se ha convertido en un amante de las grandes dimensiones...Pero todo y así, sigue buscando, aún sin saberlo; el recodo acogedor...Porque el ser humano sigue siendo aquel niño que fue...

Un ir pasando

Estamos hechos de material moldeable y nos adaptamos a las sinuosidades del terreno...

Sin embargo; no nos importa saber por donde andamos, simplemente pasamos de largo o cerramos los ojos...Y en este ir pasando por la vida no queda en nuestro recuerdo la arboleda reverdecida, el rumor de la brisa susurrante...

El afán por hacer nuestro el horizonte lejano nos ha vaciado el corazón...Y el corazón no quería dejar atrás

paisajes y vivencias...

No se te ocurra decir, que: "la vida es un ir pasando", la vida se vive, vívela...

Tú y las estrellas

Mientras todos dormían, las estrellas, eran en la bóveda celeste unos puntos estáticos resplandecientes...

Y tú, dando vueltas una y otra vez en la cama, sin pegar ojo...

Lo tuyo era un insomnio con miles de pensamientos, que, como rio desbordado anegan la mente, ideas peregrinas, evocaciones lejanas, ansias contenidas y otros problemas personales...

Sin embargo, ahí afuera, las estrellas no dejan de brillar y la noche tiene cadencias de inusitada paz...

Simplificar la suma

Ahí tenemos la gran suma de final de mes...Ahí tenemos la suma de todos los días de nuestra vida...
Todo son grandes sumas, pero nos olvidamos de las pequeñas y esas también cuentan...
El presupuesto se nos agota, como también: "gota a gota el mar se agota"...
Todo se agota en mayor o menor cantidad, incluso el ser humano más paciente agota la paciencia...
La simplificacion nos hace más humanos. El ejemplo es claro: si compramos mucha comida nos pasaremos horas mirando la fecha de caducidad (porque todo caduca). Si ganamos mucho trabajando, tendremos el problema de querer ganar más.Cuantas más tareas extraescolares tengan nuestros hijos más viajes haremos...

Las sumas se van agrandando hasta el infinito...

Simplificando la vida se tiene la gratificación de simplificar el fin de mes. Y simplificando el fin de mes veremos que ganamos en alegría.
Atrévase a simplificar la suma y verá como el resultado es sorprendente.

Entrar con buen pie

Los pies del ser humano son muy delicados, pero en contraste con su delicadeza aguantan largas caminatas y sostienen todo el cuerpo, que pesa lo suyo...Sin embargo, ellos (los pies) no tienen nada que ver con nuestra entrada en un lugar de trabajo, donde quizás, por parentesco o enchufe entramos con laurel incluido...

Entrar con buen pie en los sitios nos puede abrir muchas puertas, pero desde siempre hay prioridades con los hijos, primos y demás parentela...

Hoy es indispensable saber manejar el ordenador, saber idiomas y sobre todo ir a la última en el vestir y todo ello sazonado con cosméticos de última generación...La simpatía es un detalle mimio, aunque se sea una arpía da igual, lo que cuenta es la eficiencia, los resultados inmediatos.

Entrar, entraremos en muchos lugares, pero entrar con buen pie es algo que a veces es ajeno a nosotros...
Todo depende, "del cristal con que nos miren" y de aquello de: "por la boca muere el pez" quizás sea cierto...

Un árbol con nombre...

Aquel era su lugar, un lugar sin nombre; donde poder contemplar la alameda silenciosa...

Aquellos árboles tenían su misma edad y por una extraña razón les había puesto un nombre a cada uno...

Ellos eran como los hermanos que nunca tuvo, eran como los amigos que siempre quiso tener...

Nuestra alameda particular se halla seguramente en la imaginación o quizás se halle al otro lado de nuestro hogar...Nos basta cerrar los ojos para poder contemplarla en todo su esplendor y aunque jamás se nos ocurra poner un nombre a cada árbol estoy segura que ellos (los árboles) se saben el nuestro de memoria.