Un ir pasando

Estamos hechos de material moldeable y nos adaptamos a las sinuosidades del terreno...

Sin embargo; no nos importa saber por donde andamos, simplemente pasamos de largo o cerramos los ojos...Y en este ir pasando por la vida no queda en nuestro recuerdo la arboleda reverdecida, el rumor de la brisa susurrante...

El afán por hacer nuestro el horizonte lejano nos ha vaciado el corazón...Y el corazón no quería dejar atrás

paisajes y vivencias...

No se te ocurra decir, que: "la vida es un ir pasando", la vida se vive, vívela...

Tú y las estrellas

Mientras todos dormían, las estrellas, eran en la bóveda celeste unos puntos estáticos resplandecientes...

Y tú, dando vueltas una y otra vez en la cama, sin pegar ojo...

Lo tuyo era un insomnio con miles de pensamientos, que, como rio desbordado anegan la mente, ideas peregrinas, evocaciones lejanas, ansias contenidas y otros problemas personales...

Sin embargo, ahí afuera, las estrellas no dejan de brillar y la noche tiene cadencias de inusitada paz...

Simplificar la suma

Ahí tenemos la gran suma de final de mes...Ahí tenemos la suma de todos los días de nuestra vida...
Todo son grandes sumas, pero nos olvidamos de las pequeñas y esas también cuentan...
El presupuesto se nos agota, como también: "gota a gota el mar se agota"...
Todo se agota en mayor o menor cantidad, incluso el ser humano más paciente agota la paciencia...
La simplificacion nos hace más humanos. El ejemplo es claro: si compramos mucha comida nos pasaremos horas mirando la fecha de caducidad (porque todo caduca). Si ganamos mucho trabajando, tendremos el problema de querer ganar más.Cuantas más tareas extraescolares tengan nuestros hijos más viajes haremos...

Las sumas se van agrandando hasta el infinito...

Simplificando la vida se tiene la gratificación de simplificar el fin de mes. Y simplificando el fin de mes veremos que ganamos en alegría.
Atrévase a simplificar la suma y verá como el resultado es sorprendente.

Entrar con buen pie

Los pies del ser humano son muy delicados, pero en contraste con su delicadeza aguantan largas caminatas y sostienen todo el cuerpo, que pesa lo suyo...Sin embargo, ellos (los pies) no tienen nada que ver con nuestra entrada en un lugar de trabajo, donde quizás, por parentesco o enchufe entramos con laurel incluido...

Entrar con buen pie en los sitios nos puede abrir muchas puertas, pero desde siempre hay prioridades con los hijos, primos y demás parentela...

Hoy es indispensable saber manejar el ordenador, saber idiomas y sobre todo ir a la última en el vestir y todo ello sazonado con cosméticos de última generación...La simpatía es un detalle mimio, aunque se sea una arpía da igual, lo que cuenta es la eficiencia, los resultados inmediatos.

Entrar, entraremos en muchos lugares, pero entrar con buen pie es algo que a veces es ajeno a nosotros...
Todo depende, "del cristal con que nos miren" y de aquello de: "por la boca muere el pez" quizás sea cierto...

Un árbol con nombre...

Aquel era su lugar, un lugar sin nombre; donde poder contemplar la alameda silenciosa...

Aquellos árboles tenían su misma edad y por una extraña razón les había puesto un nombre a cada uno...

Ellos eran como los hermanos que nunca tuvo, eran como los amigos que siempre quiso tener...

Nuestra alameda particular se halla seguramente en la imaginación o quizás se halle al otro lado de nuestro hogar...Nos basta cerrar los ojos para poder contemplarla en todo su esplendor y aunque jamás se nos ocurra poner un nombre a cada árbol estoy segura que ellos (los árboles) se saben el nuestro de memoria.

Vasija de barro

Era una vasija de barro cocido y el fuerte viento la empujó hacia el abismo...

Rodando, rodando fue deslizándose, sintiendose rota en mil pedazos se presintió hecha añicos en el fondo oscuro de aquella caida...
La profundidad la recibió con el murmullo de rio transparente y el agua la llevó en volandas hasta el mar...
También nosotros caemos una y mil veces, no nos damos cuenta pero nuestras caidas tienen siempre algo de sorprendente...Nos abatimos y nos levantamos, lloramos y reímos...
Las caidas nos hacen más humanos...
Sólo hemos de dejarnos llevar por el caudaloso rio de la aceptación para llegar al inmenso mar de la alegría...

Los sueños

Sentado en estática postura,

mirando el horizonte sobre el mar

se agranda la angostura

donde el ser humano está...

Contemplar es la locura

de la pasión por soñar...
Contemplar tanta hermosura,
no es un sueño ni es locura
es: la simple realidad...
Por más que soñemos, la realidad supera todas las espectativas del ser humano...Los sueños nos persiguen,
pero a menudo se evaporan...La realidad está aquí y la podemos palpar ahora...
Sueña, mas no dejes de vivir el hoy...