Para encontrar no siempre se ha de buscar, porque todo o casi todo lo llevamos ya escrito en nuestra vida. Para vivir la vida podemos utilizar la mirada simple, que simplifica las circunstancias de la vida y nos ayuda a encontrar horizontes, donde antes no habían . Más que buscar, hemos de encontrar la sorpresa de cada día y aunque cada día sea igual, podemos cambiar la percepción usando otra visión. Aunque lo peor esté a la orden del día, nuestra forma de sentir nos hará vivir en armonía.
Buscar la plenitud puede causar inquietud y quizás sea porque hemos de bajar a nuestro abismo, donde habita la serenidad. Ese lugar tan nuestro es un lugar lejano y aunque está en nosotros apenas lo utilizamos y es la oscuridad de nuestro abismo donde está la luz de la paz.
La mitad de la vida muchos luchan por crearse una estatua, mientras otros viven sufriendo a que se caiga. Lo que importa es la imagen que damos...
Cabo y sargento, dos tratamientos distintos y dos humanos iguales y aunque uno use la simplicidad y el otro la dureza, siguen siendo humanos igual. Los dos usan la coraza, pero en algún momento se la quitan para: amar, besar y abrazar. En la vida todos somos iguales a expensas de los títulos y condecoraciones que podamos tener y llevar.
Cómo estoy irritado, todo me irrita. Cómo estoy desasosegado, todo me molesta. Fracasastes en este último intento pero...
¿ Porque no piensas en todos los intentos, que fueron éxitos?
¿ Porque no fijarte en los focos luminosos?
¿ Has pensado, que si tienes siete defectos, dispones en cambio de setenta cualidades?
Despierta y verás, que son más los tesoros que las ruinas...
Todos tenemos una opinión personal distinta de los demás. Nuestra sensibilidad necesita esa música, que nadie escuchará y aquí queda muy claro las diferencias que nos crean y nos creamos. Necesitamos un espacio concreto, un tiempo que solo sea nuestro para comprendernos y sorprendernos de nuestros propios descubrimientos . Y se da el caso, que la felicidad es un descubrimiento y una creación personal y además; transmisible a los demás .
Cada uno de nosotros tenemos una nave espacial, tan especial y con tantos mandos, que no sabemos como y donde aterrizar y todo porque buscamos el cielo de nuestros anhelos en el mundo sideral, sin darnos cuenta que vivimos y nos movemos a ras de suelo y nuestra nave en vez de surcar el cielo se inmoviliza en el desierto del desaliento...
El mundo es el mundo. El ser humano es; una mente consciente, un corazón sensible con emociones y sensaciones. El mundo es un impacto, que cambia la visión que tenemos de la vida y nos da la sensación de que estamos perdiendo inútilmente la vida. Quizás sería mejor no mirar tanto al exterior, sino mirar hacia nuestro interior, que es donde la vida está en ebullición, sobre todo cuando amamos, que es cuando nos olvidamos de cuanto nos rodea y que es la causa principal de la insatisfacción .
Para que un sueño se haga realidad se necesitan: las circunstancias, la perseverancia, la ilusión, la ocasión y el corazón...
El amor siempre es nuevo, cuando amanece y cuando salen las primeras estrellas. Rindete al amor, sin que quede una sola molécula en ti...
El lugar es solo el decorado, que mientras vivimos va cambiando pero siempre depende de nosotros de lo que añadimos o anulamos, así como el optimismo puede también cambiar el realismo de las circunstancias negativas.
La distancia no son los kilómetros, la distancia la ponemos nosotros porque; incluso los que están a nuestro lado, no los vemos...
Ahora hago gimnasia, antes me había duchado, Ahora voy al trabajo, después escucho musica a continuación almuerzo, más tarde salgo de paseo. Cada momento es distinto y sin embargo estamos atrapados en las redes de la rutina y peor aun, perdemos algo vital: la capacidad de asombro para percibir cada cosa y circunstancia como nueva y que todo sea una novedad capaz de asombrarnos...
Cansados estamos todos de tanto descansar y también nos cansamos de pensar y soñar . ¿ Qué nos queda? Nos queda la solución de la verde pradera, para encontrar en ella; la paz y haga sol o llueva vale la pena andar por ella y dialogar con las estrellas. Nuestro pulso acelerado se calmará y en la paz del verde , nuestro cansancio descansará...
La vida del hombre sabio es un constante huir de los sueños a la realidad, de las fantasías a la objetividad. El sabio sabe que no puede ser completamente feliz y que en la vida se alternan triunfos y fracasos. Por eso no se asusta ante las emergencias imprevisibles y apenas sufre. Necesitamos declarar la guerra a muchos sueños e ilusiones. Tomar con las manos la piedra dura y fría de la realidad , para coger el camino de la sabiduría.
Las sombras crean contrastes y la penumbra siempre nos da la duda y vemos gigantes dormidos en las colinas y castillos de arena. Quizás no veamos esa isla solitaria de nuestro mar interior, donde muchas de nuestras ideas navegan entre las sombras y vamos viviendo sin ver la luz del amanecer...
Si unos males tienen solución y otros no, se nos abren dos caminos de conducta: el de la locura y el de la sabiduría.
Hay textos ilegibles en los rostros humanos, donde solo habla la mirada. Quizás la sabiduría no sirva tanto como pensamos. Quizás los sentimientos sean un libro abierto donde conocer al ser humano.
La idea no contiene gran cosa si no profundizamos en ella y para darle significado se han de hacer preguntas. La contradicción es que una idea nos lleva a otras ideas donde se mezclan: lo pensado y lo soñado y lo concreto se queda solo en un boceto, que pocas veces acabamos. Aunque la idea nos influye, siempre huye y nos excluye de analizar su contenido y cuando se queda a nuestro lado, no sabemos que hacer con ella.
El mal es barato e incluso agradable y se puede vivir en él sin casi notarlo. Pero está ahí y antes o después llegan los resultados.
