El mayor lujo es...

Si analizamos las huellas de los caminos, veremos, que muchos humanos andan descalzos. Son los que lo han perdido todo y solo les queda el camino. La supervivencia es la que da el valor de suprimir muchos lujos, porque para muchos el mayor lujo es: vivir y compartir con la naturaleza la supervivencia.

Algo desconocido

Las circunstancias no son una ciencia exacta, tampoco nosotros tenemos la visión exacta y todo cuanto vivimos es algo desconocido. Las circunstancias solo las comprendemos cuando las aceptamos sin entrar en lucha con nosotros mismos y aunque podamos sentirnos heridos, las heridas pueden servirnos, para encontrar nuevos caminos. 

Sonría por favor

Hay que dar mucho valor a los que teniendo prisa regalan una sonrisa y los, que tienen prisa habrían de pensar, que una sonrisa puede cambiar una vida...

Una sirena en la cama

En el momento que caemos extenuados, a más cansancio menos descanso, es cuando nos acordamos de lo olvidado. En vez de dar vueltas en la cama más nos valdría salir a correr porque; el descanso necesita aire y nos necesita ágiles. La prueba está : en la guerra que un problema nos puede dar y tenemos que luchar sin ganas o con ella. El descanso también tiene otros problemas, o la cama está mal hecha o es demasiado estrecha . Mientras el sueño nos llega, la mente no deja de cantar, como si fuese una sirena y nos dejamos seducir por su melena y esa melena no es otra cosa, que los papeles que habremos de buscar...

El jardín de los sueños

El pensamiento, que es un experto , nos muestra; el jardín de los sueños y ahí lo que menos queremos es: pensar. Soñamos dormidos, soñamos despiertos y nos olvidamos de las ideas y pensamientos, solo para descubrir ese jardín trampa, que nos seduce... y el momento de pensar con claridad: huye...

Lo que no sabemos de nosotros

No sabemos lo que podemos hasta que las circunstancias nos hacen hacer más de lo que podemos, porque: la acción personal no la puede realizar nadie más...

Canta a tu vida

Canta tu alegría y a la amistad. Canta a la angustia y al dolor, que te ahogan. A fuerza de cantar tu vida se embellece. Canta tu pena y desamparo. No curarás por eso, pero vivirás mejor. Toma tu vida. Prueba...

En el azul

El paisaje estaba ahí y nadie lo veía. El paisaje era una sinfonía, que nadie oía, pero el paisaje daba cuanto tenía: el horizonte, la luz y esa nube suspendida en el azul...

El granero de la tierra

Solo contamos con nosotros para salvar la tierra. Lo primero quizás sería empezar por cuidar nuestra parcela personal o sea lo que somos y pensamos. Lo importante es, cada uno de nosotros plantemos un árbol,  y recogeremos los frutos de la tierra y habrá para todos y aun sobrará. Si entre todos edificamos un granero, el trabajo, no faltará y el amor multiplicará la vida... 

La mirada

La mirada sencilla ve más, que la mirada penetrante. La sencillez se maravilla de cuanto mira. En contraposición, si queremos ver demasiado, nos pasaremos la vida mirando y no veremos lo que más necesitamos...

Encontrar lo concreto

Aunque todo nos influya, nada tendría que hacernos cambiar. Estemos donde estemos hemos de encontrar y conservar lo concreto y personal. 

Lo que nunca has soñado: ser águila

Tú puedes ser lo que nunca has soñado. Puedes ser águila y volar alto, ver ciudades y pueblos, donde muchos humanos andan perdidos. Deja entonces de ser águila y transfórmate en paloma para, que todos puedan confiar contigo y aunque sigas siendo un águila ofréceles tu nido.

Felicidad

La felicidad, unos la encuentran sin buscarla. Otros recorren el mundo entero y no la pueden encontrar y es, que la felicidad tiene mil caras y solo una es la nuestra, diferente por completo de todas las demás. Para unos, la pequeña felicidad les dará la gran felicidad. Para otros la gran felicidad no les servirá. El gran misterio de la felicidad está: en lo que somos y sentimos... 

Monotonía

Monotonía del día a día. Monotonía de que todo siga igual. 

Monotonía del trayecto de nuestro coche y que nuestros pensamientos sean imposibles de cambiar. 

Sin la monotonía nuestra vida no sería lo que es y hemos de aceptar la canción repetitiva del día a día, porque las letras de la canción nos hacen vivir la vida.

Interrogantes

Los interrogantes pueden estar en un punto lejano, que en realidad cuando nos acercamos vemos que es un ser humano y aun y así sigue siendo un punto lejano...

Soñar

Soñar,es a veces el último recurso que nos queda, pero en los sueños nunca sabremos si llegaremos donde queremos. La realidad nos da motivos concretos para hacer y llegar y todo en vivo y en directo...

Motivos para pensar

El cielo gris se volvió negro, cuando tuvimos que anular la comida campestre. Nuestros hijos lloraban y lloraba la lluvia y suerte tuvimos de ser positivos; en la sala de estar plantamos la tienda, quedo un poco torcida pero se podía entrar y salir. Abrimos la mochila y sacamos platos y los bocadillos. Los niños dejaron de llorar y el gris y el negro dejaron de actuar.

Ser positivos siempre nos da motivos para: pensar en cambiar lo negativo.

Os propongo un reto

Os propongo un reto para saber hasta donde podéis llegar. Os propongo: dos horas de no pensar, no hablar y no mirar y claro está , sin dormir. Eso de no de no pensar quizás lo evitareis. sin embargo no hablar ni mirar son asignaturas propensas al cero. Para conseguir este reto sugiero dejar el móvil en el lugar más lejano del planeta...

El resultado

 El cansancio es el mudo testigo del esfuerzo y al mismo tiempo es: un amigo cuando nos muestra el resultado conseguido.

Nosotros, nuestros hijos y los amigos

 A veces nos encontramos con desconocidos, que en realidad eran nuestros amigos. La vida nos cambia tanto como para no ser los mismos. La vida desgasta y nos gasta la broma de hacernos distintos en muchos sentidos y así como no los reconocemos, no nos reconocen. Lo más sorprendente es no reconocer a nuestros hijos cuando han crecido.

Lo que nos cambia son: las circunstancias, el modo de pensar y actuar y no usar lo que tenemos de personal. A medida nos anulamos, adoptamos ideas prestadas y como continuamente estamos conectados con vidas diferentes, cambiamos y esos cambios también están en la mente. Desconectarse es el mejor modo de conservarnos.