En nosotros conviven el niño y el anciano y los dos pretenden hacernos oír su voz...
El anciano , recorta las aspiraciones, nos evita las ilusiones y no permite alejarnos de lo que somos...
La voz del niño, nos impulsa a salir de nuestro recinto cerrado y evitar las palabras inútiles y nos muestra la emoción del optimismo...
La voz del niño, está más en sintonía con nuestra vida...
El anciano , recorta las aspiraciones, nos evita las ilusiones y no permite alejarnos de lo que somos...
La voz del niño, nos impulsa a salir de nuestro recinto cerrado y evitar las palabras inútiles y nos muestra la emoción del optimismo...
La voz del niño, está más en sintonía con nuestra vida...