Plantearse si valemos equivale saber si podemos y la verdad es, que nada está hecho a nuestra medida. No es la inteligencia, es más bien nuestra humana naturaleza, la mejor maestra que nos enseña.
Por lo general ofrecemos una imagen tan estudiada que de nosotros no queda nada, o sea: no podemos servir para todo. Podemos amar y no saber cocinar, podemos cantar y al mismo tiempo amar. Es mejor hacer lo que sabemos y veremos que podemos llegar más lejos
Quizás lo lejos no esté tan lejos porque: las luces de nuestro interior existen, aunque no las vemos.
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