Con el primer paso que damos ya estamos seguros de nosotros mismos y podemos enfrentarnos al nuevo día con una seguridad precisa y eso es lo que precisamente lo que verán de nosotros los demás. Sin embargo, nuestras florituras, no son tan reales como imaginamos. Detrás de la coraza de hierro hay un mundo a descubrir y que puede pasar inadvertido a los demás y a nosotros mismos.
Nuestro verdadero fondo es un lago de transparencia infinita y para camuflarlo le echamos rocas. Los demás ven nuestro lago, pero no así nosotros, que vamos y venimos con el peso de lo que vivimos y sentimos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario