Pensaste que la paz estaba en el desierto y del desierto regresaste, famélico y hambriento.
Un día te dijeron, que la paz estaba mar adentro., pero el mar fue peor que el desierto. De regreso al hogar oíste a un ave cantar y te diste cuenta de, que la Paz era cierta. Caminaba contigo en tu mismo camino.
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