En su vida todo era igual y en las hojas en blanco de aquella libreta y aquella carpeta llena de dudas. Cada vez sabía menos por donde empezar, porque; las dudas no hacían más que bailar. Cada día comenzaba desde cero y lo peor era verlo todo negro y desde luego, le faltaba tiempo para usar el ingenio. Aquella libreta de sobria cuadrícula era un desierto y cada vez que la abría más viejo se sentía. De tanto comenzar desde cero se quedó sin tiempo para poder soñar.
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