Cuando algo no funciona a nivel personal, iniciamos una lucha en nuestro interior y si sale al exterior puede ser peor. Nuestro armamento invisible es capaz de causar sufrimiento, al mismo tiempo que nosotros sufrimos. Las pequeñas luchas de cada día son lo normal y está bien que luchemos por algo tan normal como es la vida misma. En nuestra lucha personal nos unimos indirectamente por los que sufren en una guerra real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario