No podemos sobrepasar el límite personal. No podemos hacer más de lo que podemos y si lo hacemos lo haremos mal. Incluso cuando amamos, nunca podremos decir lo que sentimos. Nada nos llena, nada nos puede llenar, sin embargo en nuestro vacío está el sentido de lo vivido y de casi todo lo demás. Si el todo nunca colma nuestras ansias, quizás sea en nuestra nada donde encontrar ese horizonte, donde la nada se agranda. Si miramos la oscuridad, no veremos nada pero si miramos nuestra profundidad, veremos la luz de una ilusión, la luz del propio corazón. Todo está contenido en la nada de nuestro vacío donde todo cuanto nos rodea deja de existir.
Cuando todo falla en la vida, la nada se encarga de curar nuestras heridas. El todo no tiene los componentes suficientes para muchas circunstancias de la vida .
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