Cuanto más abrimos los ojos a la realidad nos encontramos con la sorpresa de un estado general lamentable: tristezas, presiones, bloqueos emocionales, frustraciones, apatías, inseguridades, agresividad. Parecemos un castillo amenazado y amenazador, con murallas defensivas, trincheras, fosos de separación, resistencias...
Ante todo este conjunto, no nos será posible establecer una corriente armónica y positiva. Queremos sin embargo; apagar las llamas, abrir los fosos, silenciar las guerras, sanar heridas y abandonar todas las resistencias y queremos más que nada: la PAZ .
No hay comentarios:
Publicar un comentario