Aunque cada día veamos lo mismo, cada día lo vemos distinto. Ayer ese muro gris nos daba la seguridad de la seriedad. Hoy nos gusta la claridad de ese pedazo de cielo, que se asoma tras el hielo de ese muro. La solución a nuestros deseos está en el pensamiento, que puede pintar el muro de azul cielo para, que nuestra vida no sea negativa. El muro no tiene la culpa de su negatividad. Nosotros si la tenemos, si no somos positivos.
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