El reto es ante todo, un ideal que da una fuerza superior a nuestro interior y nos señala un punto lejano, donde brilla una ilusión y un deseo. El camino no es fácil porque el reto siempre huye y en contraposición nos influye. Su luz es como un faro, que tanto se acerca como se aleja. Al reto siempre le nacen hijos y puede ser que nuestra vida se convierta en un prodigio, si alimentamos a esos hijos...
Se comprende, que la superación siempre es ir a más. Los hijos son otros logros...
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