En el amor utilizamos demasiada emoción y poca reflexión. El amor es el encuentro de dos mundos, donde hay tantos puntos suspensivos como para sentirnos perdidos y lo mejor es buscar silencios capaces de hablar. Tampoco el deseo ha de ser el protagonista, solo se necesita la sinceridad, que tiene mucho que ver con lo invisible de nuestro ser. Dos mundos, nunca son iguales y aquí es necesario compartir y mostrar las debilidades...
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