Aunque todo fluya, nada es fácil en la vida. El flujo de la vida ni siquiera lo sentimos. No es el oído el que escucha los sonidos es nuestro interior, el que intuye los sonidos escondidos. El dolor es silencioso, pero llega a nosotros en forma de lágrimas. También en la rutina la vida fluye sin que nadie se de cuenta del silencio del cansancio, que es el que hace, que la vida fluya...
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